Las pérdidas es un tema que no quisiéramos nunca experimentar a pesar de que forma parte de nuestro cotidiano vivir, diariamente estamos perdiendo salud, tiempo, dinero, amor, seres queridos, bienes materiales y a veces de una forma tan sutil que ni lo apreciamos conscientemente, en otros casos tales pérdidas se convierte en un parte aguas de nuestras vidas que claramente marcan un antes y un después de los acontecimientos.En virtud de todo esto el primer punto que debemos evaluar es que las pérdidas son parte del proceso de la vida, nuestra existencia, nuestro planeta, nuestro universo está siempre en constante dinamismo y cambio, la naturaleza no tolera el estancamiento ni el vacío y basándonos en éste principio cuando ocurren cambios siempre hay un sustituto para lo que acabamos de perder, nunca presenciamos el vacío absoluto.
En relación a las pérdidas familiares y afectivas el tema es sumamente delicado ya que nuestra naturaleza humana y occidental aún no digiere con beneplácito la idea de la muerte o la ausencia de un ser querido y aquí tiene mucho que ver los apegos, estos son falsas creencias de que necesitamos de algo o alguien para mantener nuestro estado de felicidad y también nuestra creencia de que algo o alguien nos pertenece, y en consecuencia generamos bloqueos que no nos permiten vivir ni dejar vivir plenamente.
En este plano terrenal donde la evolución la palpamos en cada detalle de nuestro alrededor , debemos interiorizar de que todo es pasajero, todo es temporal a fin de cumplir un ciclo y continuar en otra forma de vida y permitir el fluir natural de las personas, cosas y experiencias.Cuando nos aferramos a algo y no lo dejamos fluir, estamos frenando nuestra evolución y la de ese ser y la posibilidad de que vivencias nuevas y enriquecedoras entren a nuestro repertorio.Nuestra encarnación es sólo parte del proceso evolutivo y la muerte es el fin del ciclo terrenal para volver al plano energético al que realmente todos pertenecemos y donde la muerte no existe, ya que la energía no se muere sólo se transforma.En tal sentido es inútil apegarnos a ésta vida terrenal porque en algún momento se acaba, a nuestros hijos porque por ley natural deben dejarnos y hacer sus propias vidas, a nuestras parejas porque nadie nos pertenece y sobre todo porque nacemos con todo lo necesario para vivir de manera armoniosa y feliz sin una persona a nuestro lado, son nuestros vicios mentales los que nos hacen creer en el espejismo de que necesitamos un complemento.
En relación a las pérdidas materiales el factor determinante para convertirlo en una tragedia en nuestra creencia en la carencia.Cuando nos duele perder algo es porque pensamos que es sumamente difícil recuperarlo, pensamiento que está avalado por la vivencia de que fue sumamente difícil conseguirlo y en función de esto nuestra vida se convierte en un caos.Cuando aprendemos a hacer uso de nuestro poder mental y de creación precepto bajo el cual somos imagen y semejanza de nuestro creador, entendemos y comprobamos de que todo está a nuestro alcance y el nivel de dificultad lo establecemos nosotros mismos.Muchos de ustedes se habrán preguntado en algún momento ¿porque a algunas personas la vida les sonríe otorgándole sin mucho esfuerzo lo que desean mientras que para otros se convierte en una cruz acuestas? la respuesta está en gran medida en la forma de pensar de cada persona, no en la suerte.
Cuando creemos que la muerte como tal no existe sino es simplemente el fin de un ciclo y por tal en algún momento en otro plano coincidiremos con ese ser querido que partió, cuando aceptamos que nuestros amigos, parejas, etc. son temporales porque no nos pertenecen y hay que valorarlos y disfrutarlos mientras estén y cuando se van vendrá algo mejor, cuando estamos seguros de que nuestro ser superior y nuestra capacidad mental nos provee sin límites y esfuerzos, experimentamos una energía liberadora que nos permite vivir sin ataduras y con la intensidad y plenitud de cada momento.
!!!suelta y vive, que lo mejor está por venir!!!
Bendiciones,
Sabrina De la Cruz
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